John Rodríguez Asti

El “Teniente Rodríguez” durante sus pruebas en navegación a máxima velocidad, 1912. Nótese que el armamento aún no se hallaba instalado.(foto:IEHMP)
Es 18 de agosto de 1914, y hacía tan sólo dos días que se había inaugurado la mayor obra de ingeniería jamás realizada por el hombre hasta aquel entonces: el Canal de Panamá. En las esclusas que permiten el ingreso al canal desde el Mar Caribe hacia el lago Gatún, se deja ver la silueta de un pequeño buque de guerra con cuatro chimeneas. Lo que más llama la atención a los pocos espectadores presentes, es que a bordo del buque no ondea la bandera norteamericana, sino más bien, una bandera blanquirroja izada en el tope del palo mayor: se trata del cazatorpedero peruano “Teniente Rodríguez”, en travesía desde el puerto fluvial de Iquitos hacia el Callao. Con esta navegación desde el Caribe hacia el Pacífico, el “Teniente Rodríguez” se convirtió en el primer buque de guerra en cruzar la nueva vía interoceánica.

Fotografía procedente de una postal de la época en la que se aprecia al cazatorpedero peruano “Teniente Rodríguez” en las esclusas de Gatún, iniciando el cruce del Canal de Panamá el 16 de agosto de 1914, convirtiéndose en el primer buque de guerra en navegar por la nueva vía interoceánica. (Clive Fennesy/Col. Autor)
La historia de este buque, único de su tipo en nuestra Armada, se inició en 1908, cuando Misión Naval Francesa, propuso al gobierno del presidente Augusto B. Leguía, llevar a cabo un plan de adquisiciones navales para dotar al país de los elementos necesarios para la defensa marítima de nuestro litoral. Bajo un concepto estratégico defensivo inspirado en las ideas de la Jeune Ecole francesa, las adquisiciones propuestas tuvieron como finalidad dotar a la Escuadra peruana de buques del tipo sumergible y torpederos, destinados a servir como defensas móviles en los principales puertos de la costa peruana.
El programa de adquisiciones se llevó a cabo encargando en primer lugar los dos sumergibles tipo Laubeuf “Palacios” y “Ferré”, comisionados en 1912 y 1913 respectivamente, seguidos por un cazatorpedero similar a los once de la clase “Hussard” en servicio en la marina francesa.
Este último, construido al igual que los sumergibles en el astillero Schneider, fue bautizado como “Teniente Rodríguez”, en honor a uno de los oficiales que sucumbió en el mando del Huáscar, el 8 de octubre de 1879.
En cuanto a sus características, al momento de su construcción, este buque poseía los últimos adelantos tecnológicos de la época: armamento de tiro rápido, tubos lanzatorpedos y turbinas a vapor, las que le permitían alcanzar una velocidad de 28 nudos, cantidad impresionante para la época, si se considera que las naves capitales, como los acorazados, tan solo alcanzaban los 21 nudos.
La construcción de este buque estuvo a cargo del astillero Schneider et Cie., de Tolón, a un coste de 80.000 libras peruanas, y fue supervisada por el teniente primero José R. Gálvez. Su lanzamiento se efectuó en enero de 1912, y una vez concluido, el 10 de octubre zarpó de Tolón con destino al Callao, tripulado por una dotación francesa, a cargo del teniente primero Tomás Pizarro.
Durante el viaje efectuó una recalada en Santa Cruz de Tenerife, lugar adonde arribó el 7 de noviembre para proveerse de víveres y combustible. Allí recibió órdenes de dirigirse a Belem do Pará (Brasil) para ser entregado a una dotación peruana que luego lo llevaría a Iquitos. El viaje a este último puerto, tenía el propósito de reforzar la Flotilla Fluvial del Amazonas, debido a las tensiones fronterizas con Colombia. Luego de ingresar al río Amazonas, se dirigió hacia Pará, en donde fue colisionado por un buque mercante, debiendo efectuar reparaciones que corrieron a cargo del propio constructor, ya que el buque aún no había sido incorporado por la Armada Peruana.
Allí, el 5 de diciembre de 1912 el buque fue comisionado bajo el nombre de “Teniente Rodríguez”, siendo recibido oficialmente por el capitán de fragata Carlos García Rosell, designado como primer comandante. La dotación peruana del buque había sido llevada a bordo del transporte Iquitos.
La permanencia del buque en Pará se prolongó por diversos motivos hasta julio de 1914, cuando finalmente se le dio órdenes de zarpar hacia el Callao.
Fue gracias a las gestiones del Ministro de Guerra y Marina, General Pedro E. Muñiz ante el gobierno norteamericano, que se logró que el “Teniente Rodríguez” efectuase su viaje cruzando el Canal de Panamá, a poco de ser inaugurado, arribando al Callao en el mes de octubre.

Personal de ingeniería y cadetes a bordo del “Teniente Rodríguez” abasteciendo de carbón a las calderas del buque. (foto: AHM)

Dotación del “Teniente Rodríguez” maniobrando un torpedo para colocarlo en su tubo lanzador. Callao, 1924. (foto: AHM).
Durante su servicio en la Escuadra, frecuentemente fue empleado para instrucción de los cadetes navales, participando asimismo en diversos ejercicios en la mar.
Curiosamente, el destino quiso que este buque retornara al lugar en donde inició sus servicios al Perú. Con motivo del Conflicto con Colombia, se dispuso que el Teniente Rodríguez conjuntamente con el crucero “Lima” partiera hacia Iquitos, zarpando para tal propósito el 2 de octubre de 1933, cruzando por segunda vez el Canal de Panamá, pero en esta oportunidad en sentido inverso.
Luego de ingresar al río Amazonas, tanto el “Teniente Rodríguez” como el “Lima” se dirigieron hacia Belem do Pará (Brasil), en donde el 9 de diciembre hicieron rendesvouz con el vapor Perené de la CPV y los destructores “Almirante Villar” y “Almirante Guise”, estos últimos recién adquiridos en Estonia. Esta fuerza naval, arribó a Iquitos el 5 de enero de 1934, y su presencia allí fue para reforzar a nuestras fuerzas navales en el Oriente mientras concluían las negociaciones diplomáticas para un arreglo definitivo por el asunto de Leticia. El “Teniente Rodríguez” jamás volvería a surcar el océano, puesto que permaneció en el Amazonas, hasta que el 5 de mayo de 1938 fue retirado del servicio.
En octubre de 1946 su casco fue cedido a la Corporación Peruana de Vapores, siendo transformado en cisterna a petróleo y rebautizado con el nombre de Puinahua. En enero de 1949 la Corporación devolvió el casco a la Marina y aún en 1961 se hallaba a flote, debiéndose hallar sus restos en cercanías de Iquitos.

Cazatorpedero “Teniente Rodríguez”, en el río Amazonas, Iquitos, 1934. Fue enviado allí junto a otros buques de la Escuadra, a fin de reforzar la presencia naval peruana durante el Conflicto con Colombia por Leticia. (Foto: CNP)
CARACTERÍSTICAS PRINCIPALES
DIMENSIONES
Eslora: 64,6m
Manga: 6,4m
Calado: 4,4m
DESPLAZAMIENTO
Estándar: 490 tons.
A plena carga: 800 tons.
ARMAMENTO
- 3 tubos lanzatorpedos de 457 mm: uno fijo en proa y dos en montajes simples giratorios en la parte central sobre cubierta.
- 6 cañones de 65 mm de tiro rápido en montajes simples.
PLANTA PROPULSORA
Cuatro calderas Du Temple
Turbinas Schneider- Zoelly
Potencia: 8.600 hp
Velocidad: 28 nudos
Autonomía: 1.200 millas a 10 nudos
Combustible: 100 tons. de carbón
Consumo de carbón: 45,9 tons. en 24 horas a 11 nudos.
DOTACIÓN
Oficiales: 8
Tripulantes: 50